gerontología > programas intergeneracionales (PI)

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Los programas y experiencias de intercambio generacional, están pensados para crear espacios y estrategias de encuentro entre generaciones, para de este modo, contribuir al acercamiento, respeto y dignificación de las diferentes etapas de la vida, reconociendo la importancia de las personas mayores en la transmisión de valores y experiencias vitales esenciales para las nuevas generaciones.

Fases del El desarrollo histórico de los PI

Podemos situar la primera fase en Estados Unidos, en las décadas de los sesenta y los setenta; entonces, la razón de ser de estos programas tenía que ver con un patente distanciamiento entre las generaciones. Fueron fruto de la toma de conciencia de que la separación geográfica de miembros jóvenes y mayores de las familias, consecuencia de la reubicación familiar debida a los cambios en el mercado laboral, estaba teniendo efectos negativos sobre las relaciones intergeneracionales, ocasionando la pérdida de interacción entre mayores y jóvenes, el aislamiento de las personas mayores y la aparición de percepciones mutuas erróneas, mitos y estereotipos.

La segunda fase, hasta los años noventa, y también situada en Norteamérica (Estados Unidos y Canadá), pasó a estar caracterizada por la utilización de los PI para abordar problemas sociales relacionados con las necesidades culturales, sociales y económicas. Así pasaron a ocuparse de intentar paliar problemas que afectaban a esas dos poblaciones más vulnerables (niños/jóvenes y personas mayores): la baja autoestima, el abuso de las drogas y del alcohol, los bajos resultados escolares, el aislamiento, la falta de sistemas de apoyo adecuados, el desempleo y la desconexión con la familia y con la sociedad.

Por último, en la tercera fase, en la que nos encontramos, además de un incremento del uso de los PI como instrumentos para el desarrollo comunitario, estamos siendo testigos de la emergencia de estos programas en el entorno europeo. A comienzos de los años noventa los PI ampliaron su espectro de actuación e intentaron apoyar los esfuerzos para revitalizar las comunidades, lo que, a la larga, podría traer consigo la reconexión de las generaciones. Este último objetivo es quizá el que está más en sintonía con la construcción de una sociedad para todas las edades.

A finales de esa misma década, los PI comenzaron a desarrollarse con fuerza en Europa. Aparecen como respuesta a problemáticas tales como la difícil integración de las personas inmigrantes, en el caso de Holanda, como las cuestiones políticas relacionadas con la inclusión y los nuevos roles de las personas mayores, en el Reino Unido, o como la percepción de una cierta crisis en los modelos de solidaridad familiar tradicionales y el interés por impulsar el envejecimiento activo, en el caso de España. La mejor prueba de esta especie de despertar de los PI, fue la creación, en 1999, del Consorcio Internacional para los Programas Intergeneracionales.

¿Cuáles son los factores de éxito más comunes en los programas intergeneracionales?

Sánchez y Díaz (2007): Conectar el PI con la comunidad en la que se lleva a cabo, es decir, que el PI responda a necesidades reales que existen allí donde se realiza, hacer una buena gestión y planificación del programa y, por último, que cuente con la colaboración de diversas entidades de la zona.
También serían requisitos necesarios una evaluación adecuada del programa, una buena preparación de las personas que participan en el programa y una financiación suficiente.

MacCallum, Palmer, Wright, Cumming-Potvin, Northcote, Brooker y Tero (2006), concluyen que los programas intergeneracionales de éxito reúnen las siguientes características:

. Ofrecen oportunidades para el desarrollo de relaciones: los PI tienen una duración suficiente para permitir el establecimiento de relaciones y la ruptura de estereotipos; las actividades favorecen las relaciones, cuya naturaleza se cuida intentando que sean abiertas, tolerantes y que no persigan enjuiciar al otro; se promueve la reciprocidad.

. Cuentan, de formas distintas, con el apoyo tanto de unas organizaciones como de la comunidad.

Facilitan a quienes participan oportunidades para hacer juntos una variada gama de cosas dirigidas a romper el hielo entre ellos y acercarles; con ello, el programa hace que los participantes se sientan capaces de realizar las actividades; todo esto, tiene que ver con las actividades que se llevan a cabo durante el programa y con la gestión de los roles a desempeñar por los participantes en el PI.

Son programas capaces de adaptarse para responder mejor a asuntos tales como la dificultad de participación en los PI de grupos más retraídos, la falta de innovación o la ausencia de toma de conciencia acerca de la importancia que el género y la cultura pueden tener en los liderazgos y relaciones que se forman gracias a estos programas.

De todo esto, se desprende una lección práctica muy interesante para quienes
están, sobre el terreno, planificando y ejecutando programas intergeneracionales: existe un cierto consenso sobre los elementos mínimos que hay que asegurar para que un PI tenga éxito:

. Que el PI responda a necesidades reales que existen allí donde se realiza.

. Hacer una buena gestión y planificación del programa.

. Contar con la colaboración de diversas entidades de la zona (trabajar en red).

Pero, además, hay que intentar que también estén presentes los cinco componentes siguientes:

. Una evaluación adecuada del programa.

. Una buena preparación de las personas que participan en el PI.

. Una financiación suficiente.

. Que cada persona participante tenga un rol que desempeñar, un papel en el programa.

. Que el PI consiga que se relacionen, no sólo procure que los participantes se reúnan y estén juntos.

Para concluir, señalar que en España, existe una iniciativa del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) del Ministerio de Trabajo y Asuntos sociales denominada Red de Relaciones Intergeneracionales (conocida como Red intergeneracional), cuyo objetivo es impulsar las investigaciones, las políticas y las prácticas en favor de unas relaciones más beneficiosas entre las distintas generaciones, colaborando así en la implantación de una sociedad para todas las edades.

Bibliografía

Gerontología. Un saber Multidisciplinar (2004). Soledad Ballesteros Jiménez. Editorial Universitas, S.A

Revista Española de Geriatría y Gerontología. Agosto 2002, Volumen 37, Suplemento 2, Págs 1-122

Informe Portal Mayores nº51 “Demografía y envejecimiento” (2006) Julio Pérez Díaz.

Informe Portal Mayores nº65 “Jubilación y tiempo libre en la vejez”. Bueno Martínez, Belén; Buz Delgado, José. 2006

Informe Portal Mayores nº66 “Las relaciones intergeneracionales”. Bueno Martínez, Belén; Buz Delgado, José. 2006

El fomento y la dinamización de la participación social de las personas mayores. Edita: Consejería de vivienda y Bienestar social del Pdo. de Asturias

Programas intergeneracionales. Hacia una sociedad para todas las edades. Colección estudios sociales nº23. Obra Social Fundación La Caixa

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