gerontología educativa > cómo diseñar un PEM
NOTA: Los contenidos de esta sección, han sido extraídos del libro Gerontología educativa: Cómo diseñar proyectos educativos con personas mayores, de LOURDES BERMEJO GARCÍA.
Cómo diseñar un proyecto educativo para mayores (PEM)
1. Fase previa: Investigación de la situación y del contexto
1.1 Análisis general de la realidad de los mayores.
Antes de la actuación docente, es necesario que el educador/a adquiera un conocimiento suficiente del colectivo de las personas de edad: Por un lado, ha de conocer sus necesidades y por otra, los recursos y sistemas de atención disponibles en ese entorno.
El análisis cualitativo de los potenciales alumnos mayores, trata de conocer aquellos otros aspectos que se refieren a su “mundo vital”: saberes, ideales, vivencias, expectativas, gustos y preferencias estéticas, miedos, sentimientos, afectos, desafectos, su autopercepción, etc.
1.2 Análisis de los posibles destinatarios del PEM.
- Los usuarios de la institución (las personas)
El docente debe disponer de un perfil que complete su información sobre los usuarios de la institución. Ej.:
• Número de usuarios y distribución por sexo y edad
• Características socioeconómicas más comunes: profesiones más habituales, nivel medio de instrucción (estudios realizados), lugar de procedencia (de la localidad o foráneos)
• Situación general del estado de salud física y mental de las personas mayores
• Proporción de los mismos que sufren algún tipo de dependencia (tipología y grado): grado de autonomía funcional.
• Expectativas vitales y autonomía moral.
• Situación socioafectiva (relaciones entre ellos y la comunidad). En caso de instituciones residenciales, además, sus relaciones familiares.
• Intereses y necesidades (objetivas y subjetivas)
• Experiencias de educación no formal previas
- La institución (perfil ambiental y organizativo)
Analizaremos las posibilidades y limitaciones de cada institución (de sus recursos materiales, humanos, relacionales, de su tradición, los hábitos de comunicación y participativos, actitudes de sus usuarios y del personal, etc.)
Pueden emplearse diversas fuentes de información y documentación, siendo las más útiles: observación directa en los centros, entrevistas con personas clave ( responsables municipales, personal de los centros, miembros de las juntas directivas, socios…), la consulta de archivos de documentación del centro (memorias, registros, informes de evaluación, etc.) y la revisión de informes de otros organismos y administraciones (censos y datos estadísticas procedentes del Instituto Nacional de Estadística (INE), de Ayuntamientos, Comunidades Autónomas, etc.)
1.3 Primer diagnóstico- pronóstico
Con toda la información anterior, ya podremos establecer nuestro primer diagnóstico-pronóstico. El docente en este momento, ya debe haber clarificado sus ideas acerca de algunos aspectos básicos del currículum.
TABLA: PRIMER DIAGNÓSTICO-PRONÓSTICO: REFLEXIONES A LAS QUE DEBEMOS ENFRENARNOS.
- ¿Qué facultades, características, ideales, consideramos valiosos y por tanto, resulta deseable potenciar? - ¿Conocemos el contexto social y cultural de los mayores a los que nos dirigimos? - ¿Qué características tienen los contenidos a tratar? - ¿Será información científica objetiva y cerrada o habrá espacio para recrearla? - ¿Qué les vale la pena aprender a estas personas? - ¿Cómo lograr una mejor enseñanza-aprendizaje (E-A) para cada tipo de contenido? - ¿Dispongo de conocimientos y destrezas suficientes para desarrollar las metodologías más adecuadas? - ¿He contemplado los factores no cognitivos, aquellos que recoge la “agenda oculta” y que influyen poderosamente en el acto educativo? Etc.
Inserción comunitaria y desarrollo del PEM
Una vez contextualizado el proyecto, el docente deberá afrontar otra serie de tareas:
1. Campaña de difusión y de captación de destinatarios
Los PEM han de publicitarse, utilizándose los sistemas de información formal e informal que habitualmente utilice cada institución para promocionar sus actividades. La campaña de sensibilización y captación, se llevará a cabo combinando diversas acciones:
- Elaborar y colocar carteles informativos que resulten adecuados a quienes presenten limitaciones sensoriales.
- El docente puede acudir a los diferentes grupos para informar personalmente.
- Informar de la presentación del PEM en los grupos o reuniones informales que existen en los centros.
2. Organización de los grupos
Una vez se reúnen los componentes de cada grupo, se puede decidir entre todos los aspectos organizativos esenciales: horario de las sesiones, duración, etc.
3. Análisis en profundidad de cada grupo
Se debe escuchar a los mayores, tratar de profundizar en el conocimiento de cada grupo, de escuchar sus propuestas y de adaptarnos a ellos.
4. Diagnóstico-pronóstico participativo y definición de los elementos del proyecto educativo con mayores (PEM)
Ahora podremos ajustar el primer diagnóstico a cada grupo concreto y revisar nuestra propuesta definiendo los diferentes elementos del PEM: objetivos (¿para qué?), contenidos (¿el qué?), metodología y materiales didácticos (¿cómo y con qué recursos?), los equipamientos (¿dónde?), el estilo de participación y comunicación grupal y la temporalización (extensión del programa y duración de las sesiones).
5. Desarrollo o ejecución
Dos temas deben preocuparnos especialmente:
- La temporalización del PEM: Es deseable que tengan cierta continuidad en el tiempo y puedan extenderse durante varios meses. Es mejor organizarlo en años o cursos, pues permite ir cerrando fases, para que los mayores tengan la sensación de que logran ir terminando ciclos o cursos. La duración idónea no es conveniente que supere los 75 o 90 minutos. En cuanto a la periodicidad, una buena opción es que sea semanal.
- Consolidar la asistencia de los alumnos mayores: Uno de los motivos de abandono es la incertidumbre de los asistentes sobre la actividad, una metodología inadecuada que no se adapta a su ritmo y/o una insuficiente satisfacción de sus necesidades (de relacionarse con otras personas, sentirse querido y respetado, de inclusión y pertenencia social, de mejora de imagen personal y autoestima, de cambio, de lograr nuevos aprendizajes, de crecimiento personal, etc.)
Es imprescindible no perder la capacidad de observación y autocrítica a lo largo de todo el proceso. La evaluación continua será nuestro mejor aliado para conocer los intereses, progresos y necesidades cambiantes de los mayores y poder adecuarnos a ellos/as.
Cómo y qué evaluar en los proyectos educativos con mayores
La evaluación del PEM, ha de incluir: evaluación de la planificación, evaluación del diseño e implantación del programa y evaluación de los resultados. En cuanto a los métodos para la evaluación, dada la pluralidad de aspectos que han de evaluarse y la heterogeneidad de entornos y participantes, será también imprescindible la multiplicidad de estos.
En lo que se refiere al uso de las encuestas o escalas de autoevaluación, existe una gran variedad de instrumentos pero en caso de utilizarlos con mayores, se deben cuidar especialmente dos aspectos:
- Debe existir una equivalencia de significados entre entrevistador y entrevistados (ya que en gerontología, bien por la distancia generacional o bien por la cultural entre profesor y alumnos, no es frecuente)
- Debemos comprobar la adecuación de los instrumentos que se van a usar con cada grupo de mayores, teniendo en cuenta variables como: su fluidez verbal, habilidades lectoescritoras, limitaciones sensoriales, etc.
La observación participante es el método por excelencia de la etnografía educativa y su principal virtud es su capacidad para acceder a situaciones sociales y estudiarlas de modo natural y contrastar lo que expresan (dicen) sus participantes y lo que viven (sus manifestaciones).
Debemos proveernos de un sistema riguroso de resgistro de información para captar y almacenar los datos con la menor contaminación posible para su posterior análisis. Destaca la grabación de las entrevistas o sesiones de grupo, siempre con el previo consentimiento de los participantes.
Otra técnica de mención es la realización de un cuaderno de campo a cargo del docente. Estas notas pueden ser escritas o grabadas pero en ambos casos, es imprescindible hacerlo siempre al final de cada sesión. Recogería las reflexiones e interpretaciones que todo educador realiza en el transcurso de su práctica.
Por último, es necesario dotarse de un procedimiento de análisis. Esta fase está basada en una serie de presupuestos: subjetividad disciplinada, autoconciencia, examen riguroso, reflexión continua y la realización de análisis recursivo. Si es así, estaremos haciendo un análisis etnográfico.
También es importante referirnos al análisis de artefactos (artefacto: objetos que el etnógrafo educativo recoge en el lugar. En gerogogía nos referimos a cualquier elemento elaborado por los mayores: dibujos, esquemas, escritos, etc.).
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